viernes, 27 de junio de 2008
Aaaaaaaaaah pa regalitos!!!
La verdad es que hacer ejercicio es algo que me gusta, me gusta sentir el dolorcito en los brazos, piernas, espalda, sudar, jajajajaja, simon, de cualquier forma, el chiste es que en varias ocasiones he asistido a gimnasios a "jalar", a sudar y porque no, también a reventarme la madre, porque si bien es cierto siempre es bueno hacerlo bajo la supervisión de un experto instructor, no garantiza que no estés frente a un tipo de tirano de este siglo, un hijo o hija de puta que parece que le encanta ver sufrir a la gente, hiiiiiiiiijos de la gran chingada!!!...
Recuerdo una vez, ya hace un buen tiempo, una ex-novia, durante un cumpleaños, me regalo un pase válido por una semana de entrenamiento personal en un buen gimnasio.
Independientemente de que yo esté en excelente forma, pensé que era una buena idea.
Llamé al Gym e hice mi reservación con una instructora personal llamada VANESA, quien se autodescribió como una instructora de Aerobic de 26 años, modelo de trajes de baño y ropa deportiva.
El gym me recomendó que llevara un tipo de bitácora para ir registrando mi progreso.
Lunes: Empecé mi día a las 7:00 a.m. Bastante difícil levantarse, pero todo cambió cuando llegué al gimnasio y vi a VANESA esperándome. Parecía una diosa griega; rubia, ojos azules y una gran sonrisa, con unos labios carnosos y espectaculares.
VANESA me hizo un tour, me mostró los aparatos y me tomó el pulso después de 5 minutos en la bicicleta fija. Se alarmó de que mi pulso estuviera tan acelerado pero yo lo atribuí a ella, vestida con su pants de lycra metida entre sus nalgas, que estaban muy cerca de mi…
Disfruté bastante viéndola dar su clase de aerobics, después de terminar mi inspirador día de ejercicio. VANESA me estaba motivando cuando hacia yo mis flexiones, a pesar de que ya me dolía la pinche panza de tanto sumirla cada vez que la chica pasaba junto a mí…
Martes: Me tome dos tazas de café, pero finalmente logre salir de mi casa. VANESA hizo que me recostara boca arriba, me puso a levantar una pesada barra de metal y después se atrevió a ponerle ¡¡¡pesas!!!. Mis piernas estaban un poco debilitadas por la rutina pero logré terminarla ¡UN KILOMETRO COMPLETOOO!! La aprobadora sonrisa de VANESA y el guiño cómplice que me realizó hizo que todo valiera la pena…
¡Me sentía fantástico!… era una nueva vida para mi.
Miércoles: La única forma como conseguí lavarme los dientes, fue poniendo el cepillo sobre el lavabo y moviendo la cabeza a ambos lados encima de él. Creo que tenía una hernia en los pectorales.
Conducir no fue tan fácil; sólo al frenar y dar vueltas al volante me dolía hasta el pelo; me estacioné encima de una moto… VANESA se estaba impacientando conmigo por considerar que mis gritos molestaban a los demás socios del club.
Su voz resultaba un poco aguda a esas horas de la mañana y cuando gritaba se volvía nasal y era realmente muy molesta. Me dolían mis partes cuando me subía a la caminadora, así que VANESA me subió al step o escaladora. ¿Para qué mierda alguien invento una máquina para hacer algo que se ha vuelto obsoleto con los elevadores?.
VANESA me dijo que me ayudaría a ponerme en forma y a disfrutar la vida…;otra de sus tantas pendejadas… y promesas.
Jueves: VANESA me estaba esperando con sus dientes de vampiro y con su sonrisita estilo Jack Nicholson en Batman. No pude evitar llegar media hora tarde: fue el tiempo que me tardé poniendome los tennis.
La zorra me puso a trabajar con las mancuernas pero, cuando se distrajo, salí corriendo a esconderme en el baño. Mandó a otro entrenador a buscarme y como castigo, me puso a trabajar en la máquina de remar y .. me hundí.
Viernes: Odio a la hija de puta de VANESA más que a cualquier otro ser humano que haya odiado en la historia del mundo. Estúpida, anoréxica, anémica, zorra y desgraciada sin cerebro. Si hubiera una parte de mi cuerpo que hubiera podido mover sin un dolor desesperante, la rompería todos los huesos, la puta madre que la trajo a este planeta, hija de 7 de las putas más putas de este mundo, se merecía una media hora de pinches balazos, ni más ni menos.
La bicicleta fija me hizo desmayar y desperté en la cama de una nutriologa, una flaca hija de puta que me dio una cátedra de alimentación sana, ¡claro! La muy subnormal no tiene la más puta idea de lo que es morirse realmente de hambre.
¿Por qué no me pudo tocar alguien más tranquilo, como un maestro de costura o un estilista?
Sábado: La anormal de VANESA me dejó un mensaje en el buzón de mi celular con su vocecita de retrasada preguntándome por qué no fui hoy. Sólo con escucharla me dieron ganas de agarrar a patadas el pinche telefono y tirarlo por la taza de baño mas cercana a mí, pero no tenía la fuerza suficiente ni para levantarlo, incluso ni para levantar el control de la tele, así que me pasé 11 horas seguidas viendo el maldito Nacional Geographic… putos pajaritos cogiendo y saltando de rama en rama.
Domingo: Pedí a mi ex-novia, en ese entonces mí novia, que me viniera a recoger para ir a misa y agradecerle a Dios que esa semana haya terminado (fíjate hasta que extremo me tube que ir cabrón!!!).
También recé porque al año próximo, mi ex-novia, en ese entonces novia me regalara algo un poco más divertido, como una endodoncia, un cateterismo, o un análisis de próstata, pero creo que al final salio mejor el que nos hubieramos dejado, iiiiiiiiinches regalitos...
Jajajajajajaja, pasenla de poca madre!!!, un abrazo, chaaaaaau!!!.
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