sábado, 3 de mayo de 2008
Y ahora con ustedes... Buddy Guy!!!
Buddy Guy, tiene ya más de medio siglo de darle a la guitarra, de grabar temas del alma y de ser uno de los ‘performers’ más histriónicos del blues: a veces toca la guitarra con las baquetas del baterista o suele dar largos paseos entre el publico, mientras se clava en un largo ‘jamming’ o improvisación.
Los detractores del blues hablan de la obstinada repetición de tres notas, como si el pentagrama no albergara más posibilidades de exploración. Tres notas básicas dominantes, escalas pentatónicas y una estructura de doce compases. Pero lo que esos detractores ignoran (o no quieren ver) es que el blues no es un asunto que tenga que ver con la exacerbación de la complejidad como atributo de un género musical ni con una escala de valores aplicada según patrones de virtuosismo (aun cuando haya instrumentistas muy aplicados en ese sentido). El blues debe ser medido desde el sentimiento puesto en juego, desde las particularidades interpretativas de cada solista o banda, desde lo que son capaces de transmitir, en ocasiones solo con una armónica, con una guitarra solitaria o incluso a capella, como el notable “John the Revelator”, del maestro Son House. Desde esa perspectiva, el papel de Buddy Guy ha sido (y es) fundamental.
Sus inicios no fueron fáciles. Nótese que el planeta ya estaba poblado de monstruos: desde Muddy Waters hasta John Lee Hooker, pasando por B.B. King, Elmore James, Jimmy Reed, Bo Diddley, el mencionado Son House, Lightnin’ Hopkins, Junior Wells, el enorme Otis Rush, Howlin’ Wolf, Willie Dixon, Sonny Boy Williamson y siguen firmas… Guy llegó en 1957 a Chicago, la cuna del blues eléctrico, donde recibió la influencia de Muddy Waters, y al año siguiente obtuvo un contrato discográfico con Cobra Records, tras disputar un concurso con Magic Sam y Otis Rush.
Luego pasaría a la emblemática discográfica de Leonard Chess (Chess Records) y las cosas mejorarían ostensiblemente. El tiempo le otorgó un lugar cada vez más expectante y hoy, quién podría dudarlo, es uno de los máximos exponentes vivos del blues. De hecho ha compartido intensas jornadas musicales con otros monstruos de la talla de Otis Rush, Eric Clapton, Stephen Stills, Junior Wells, David Bowie, etcétera.
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1 comentario:
Chida tu resena bluesera pero ya publique nalgo nuevo mi querido senor vox!!
Ta chido tu blog.
Maritza Alves
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