El Rincón del VoX busca ser...

Un espacio ÚNICO e INIGUALABLE (en serio cabrones).

Que se distinga por ser Criticón, Cabrón, Castroso y por chingar la madre sin censura, a quien madres sea, sin distinción de Razas, Géneros, Nacos, Fresas, Políticos, Amigos, Cuates, Etc, Etc, Etc, Etc, Etc, Etc… Etc.
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sábado, 19 de abril de 2008

Guión es...



¿Se han fijado ustedes en lo poco originales que son los guionistas? Me refiero en general, y en particular a los de cine. ¿Por qué siempre en todas las películas, cuando hay una persecución en carros, pasan por un mercadillo con fruta? Da igual que sea el centro de New York, ahí está la caja de tomates para que la tiren por toda la calle.

Y en las de chinos, por ejemplo, siempre hay un tipo muy malo malísimo, un cabrón, que ha destrozado el honor de la familia, y cuarenta años más tarde, va su hijo para buscar venganza por ahí. Por toda China, venga, ¡chingón! a darle en la madre a todo el mundo: “¿Alguien a visto a Yoko Ono?” Siempre es así, hay ciertas escenas que siempre se repiten.

Precisamente vengo del cine ahora. Vengo de ver una de esas películas en las que el director se llenó de originalidad, ¿sabes? Yo no sé por qué se han empeñado ahora en hacer películas diferentes. Es que vamos, hemos acabado viendo películas en las que el bueno ya no es tan bueno, y sin embargo el malo, puta madre pues poco a poco lo vas entendiendo, sí, sí.

Que eso jode, que le vas tomando cariño. Que lo ves y dices: “Chingaooo si es que me cae de poca madre, wey” Y van y se lo chingan, y ya no disfrutas, ¡a ver! Desde luego, es que hay cosas en las películas que no pueden faltar, por ejemplo en las películas del Oeste.

En una buena película del Oeste, no pueden faltar los plomazos y los puñetazos.

Bueno, a los vaqueros los puñetazos no les duelen, lo que les duelen son los algodones. Sí, sí, en serio, es que tú ves que les están pegando unas palizas impresionantes, los cabroncitos, machos, aguantan la madriza que le de el tipo y no dicen nada.

Ahora, cuando llega la chica con el algodón, si el algodón con el que ella lo va a curar… ¡Ay,ay,ay,…! ¡Ay,ay,ay,…! No sé, no sé.

En las películas del Oeste no faltan los indios. Los indios siempre, machos, serios, sentenciando. Eso sí, muy infelices porque claro cuidado ¡que yo los entiendo, eh! A ver cómo estarían ustedes si estuviesen toda la vida viviendo de campamento..

Es que chingaooo, claro, no, sí reírse.

Las pelis de romanos me encantan. Eso: Ben Hur, Charlton Heston,… eso, en serio, ¿eh? Es algo que me gusta. Por ejemplo, las de romanos se dividen en dos: las de romanos romanos, y las de romanos con Jesús.

Que sí, es que, este último además sale siempre de espaldas, y claro como es rubio, no sabes si es Jesús o El Matador Luis Hernández.

Luego están las de romanos romanos, éstas a mí me encantan. Bueno, me encantan porque pus los romanos lo inventaron prácticamente todo. Por ejemplo…eh… la comida tipo buffet. ¡Joyas de buffets que se hacían los cabrones! Que los ancianos vamos, envidia pueden tener los jubilados. ¡Unas bandejas de fruta, unos pollos, unos cerdos,…!

Tenían moneda única, que era el sextercio. Y siempre llevaban en la bolsita esa, siempre llevaban todo el dinero, ¿no? Y llegaba uno y le decía: “¿Me das 600 sextercios?” Y le daban la bolsa. Llegaba otro y le dice: “¿Me das 300 sextercios?”

Y le daban la bolsa. “Dame un sextercio y medio” ¡Y le daban la bolsa también! Osea, es que llebaban el dinero en la bolsa justo. Los weyes no perdían tela.

Otras películas que están muy bien son las de chinos. Películas de chinos… bueno, bueno. El argumento es lo de menos, lo que importa es que vayan a lo que tienen que ir, como las porno (¡Esas son…! ¡Son geniales!). Además es que el argumento siempre es el mismo, no? Un viejo que tiene un restaurante, la mafia se lo quiere quitar, entonces el viejo va a pedirle ayuda a un chavo, el chavo dice: “Mira no, yo nunca me he peleado”, hasta que le revientan la nariz al wey este, se calienta… ¡qué huevos!…

Cabrón y te quedas loco, si dices: “Riatas, más palomitas, más, cocacola,…” ¡Eso es negocio! En las películas de chinos, que la chica no muera. Porque los chinos además, tienen muy mal sentido del humor para estas cosas. Porque a un chino le puedes hacer de todo, pero ahora, que la chica muera… Chingaao, ya te puedes esconder, como su china muera: la has cagado, ¿sabes?

Osea, hablando de esconderse, lo mal que que se esconden los malos en las películas policíacas. Porque están ahí, detrás de una columna, están así. Y claro, se les ve toda la pinche panza de fuera, y el bueno es bueno porque es bueno, pero no es pendejo, eh? Claro, se emputa y los mata a todos. Caraaajo!!!, todo lo que les pasa…

Se calientan, se calientan y…

A mí las que más me gustan son las de miedo. Las películas de miedo. ¿Qué les pasa a los coches de las películas de miedo? ¡Que no han pasado nunca por un taller mecánico! A ver, está el wey de la peli ahí arrancando el coche, y el malo va por él, el malo va por él… el pendejo que no arranca el coche, y el malo “Bua, ya verás cuando te agarre…” Y hasta que no tiene la nariz pegada a la ventanilla, el coche no arranca. ¡Puta madre, que miren eso que va a pasar alguna desgracia un día! ¡Hombre!

Es que, es que, a ver…

En las películas de miedo no puede faltar el idiota, ese que le han dicho “no te separes”. Y va y se separa. Dice: “No, es que voy por velas al sótano” Y lo matan, chingada madre... ¡con muchísima razón! ¡Es que casi te alegras! Dices: “!Toma por idiota!”

Una cosa que es muy peligrosa en las películas de miedo, es la higiene. Porque ves a un wey en la regadera, y dices: “este cae, a huevo” Osea, o le tiran un secador enchufado para electrocutarlo, o baja un wey del techo y lo ahoga o no se,… pero de que muere, muere. Igual que si sale un borracho sin venir al caso, dices: “Este cae seguro también” O un gordo, o un negro,… Aunque estos últimos, los negros, lo pasaron muy mal en las películas de Tarzán, eh?

Porque era una época en la que el cine era muy racista, y en las películas de Tarzán, los puteaban… Porque no hacían nada más que caerse por las montañas. Que yo no lo entiendo, porque los blancos no tienen ni puta idea de por donde van, y sin embargo no se caen. Carajo!!!, los negros, que conocen la selva de cabo a rabo, se están cayendo cada dos por tres. Y con la lanzita y todo el pedo, que no la sueltan: “Ahhhhhhh…”

Aunque las películas de Tarzán, no son malas todas, osea nos dieron que aprender. En las películas de Tarzán, aprendimos una palabra que lo decía todo: “ANGAUA”

Decía: “Corre, corre. Angaua, angaua” “Fuera, fuera. Angaua, angaua” “Silencio. Angaua”

- Oye wey, ¿me pasas una chela del refri?
- Angaua. Voy.
- ¿Me la traes o no?
- Que “angaua” voy

Es increíble, es que, es que se empeñan en poner cosas, en hacerlas diferentes, y es que no, incluso en el sexo. El sexo se hacía en la cama, se hace en la cama siempre.

Pues no, ahora en cualquier lugar, y se conocen y nada más que se conocen al pum pum pum. Y les da igual en un bote de basura, en una reja, en las escaleras,… Carajooo!! que se pueden lastimar con los escalones en la espalda.

Que lo hagan en el caño, a ver. Y cuando no, que llegan a casa y empiezan a pendejear: “Uf, ¡qué calor!” Y la agarra, así de huevos y la echa contra la pared (pum), “espérate”, y la agarra contra la otra pared (pum), y la agarra para el otro lado.

Si pared es lisa, orale. Pero, ¿si es rugosita, qué?

Yo creo que lo que tienen que hacer, es dejarse de extravagancias, poner las escenas que a nosotros nos gustan, porque así iremos al cine, mientras hay les dejo esto que armo mi carnal Mosh...

Es pa mí próxima película, que por cierto va de miedo, con chinos, negros, romanos, y cuanta mamada se me ocurra...



Por cierto, ya es premiere, es la primera vez que doy la cara en mi propia casa... Jajajajaja...

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