Voy a ir a una boda!!!

Estoy un poco fastidiado.

Acabo de recibir una invitación a una boda, ya me dirán si no es para estar jodido. ¡Será posible! ¡Es que se te pone la misma cara que cuando te llega un citatorio de hacienda! ¡Venga, a soltar el varo!

Porque hay que ver como se despilfarra en las bodas, sobre todo las mujeres, que no solo se disfrazan de piñatas, o de costalitos de esos pa guardar “granos”, algunas hasta se ponen masetas en la cabeza, que las ves y dices: “¿Mamá? ¿Eres tú o el soldado Ryan?”.

Lo más raro es ese bolsito diminuto que llevan todas, “¡Ese mero, ese que parece, una almeja metálica!”.

¿Que llevan ahí, una toalla extraplana? Sin alas, claro, porque se asomarían, si es que es muy fuerte eso de las bodas.

Una de las cosas que mas odio de las bodas son las esperas: ¡te avientas media hora en la puerta de la iglesia con las manos sudando llenas de arroz, ya pa cuando salen los novios, lo que les tiras es arroz a la morisqueta (platillo de la tierra caliente michoacana, que consiste en una base de arroz cocido, as{i nomas)…

!Ahora, los peores son los niños, que tiran el arroz a la cara, con una mala onda, (que como diría el Profesor, “Ps que paso chamaco, eso no es onda, eso no es rock”.)

Y “Tómala wey, en el ojo”, le he dado en el ojo….”. Y el novio, ahí, aguantando.

Odio las bodas. Yo, en la última no conocía ni a la que se casaba y cuando fui a darle el beso de rigor, me tuve que presentar:

- Soy Lalo, el amigo de la chica esta, hombre, la que no se habla con el abuelo.
- Ah, encantada, gracias por venir.
Si es que da igual, la novia no se entera, va como drogada, le podría haber dicho:
- ¿Me prestas una lana pa comprar muchos kilos de mota y unos litros de whiskey?
- Ah, encantada, gracias por venir.
O:
- Soy el violador de barrio, soy más hijo de puta que Sergio Andrade y vengo a enseñarte el pito.
Ella hubiera dicho igualmente:
- Encantada, gracias por venir.

Lo que mas odio de las bodas en el momento del traslado a la fiesta.

Tu madre te encasqueta a tus tías, pero como en el carro que te vas a ir es de dos puertas, las tienes que meter a empujones, el vestido se les sube a las caderas y van todo el camino enseñando la faja, pero a ellas todo les hace gracia:

- Hay Lalito, súbele al vidrio mijo, uuuhh, ji, ji, ji, que me despeino, y sigue, sigue al tío Pedro, que se sabe el camino, uuhhh, ji, ji, ji.

¡Ji,ji!

¡Puta madre, fila de doce carros, tocando el claxon! Y como el primero se pase un semáforo… ¡emergencia, emergencia! Todos a sacar el celular:

- Atención, hemos dado vuelta a la izquierda, ven ustedes al tío Pedro???, egggg. Nosotros estamos dando vueltas a la glorieta, eggggg, tomando las curvas, egggg, me copias, me copias… Pato rojo a pato azul, hemos perdido al tío Pedro, tío Pedro contesta, cambio, eggggg.

Da igual, es un desmadre. Cuando llegas, el tío Pedro lleva dos horas sentado y todavía te dice:
- ¿Pos a dónde se fueron, chingao?

Lo único que esta bien organizado en las bodas es el reparto de los idiotas: ponen uno en cada mesa.

Pero el resto es igualmente un desmadre: están empezando a repartir el pastel y a tu mesa aun no han llevado el plato “fuerte”. Yo siempre me he preguntado porque cortan el pastel con un sable, ¿que sentido tiene? Pues con que no sea, pa madrear a los del grupo que ambiente la fiesta, porque hay cada grupoooooooooo!!!

¿Y que me dicen de los del vídeo? Se acerca el de la cámara y todo el mundo se cree que esta en el Big Brother, y el de los famosos, pa que sea más pendejo el rollo: el idiota se pone una servilleta en la cabeza, el tío Pedro canta la misma pinche canción que canta siempre, creo que es una de Leo Dan y una de las tías llora:

- Hijos míos, que se quieran mucho y se respeten siempre…

¡Hombre, por favor! No me jodan, ¿Esto es lo que pasa el día mas feliz de tu vida?

¡Y el baile! Eso es lo mas fuerte. Lo peor es cuando el tío de la novia la saca a bailar un pasodoble. El tío va todo sudado con la camisa pegada al cuerpo, le planta la mano en la espalda, le sube el vestido medio metro y canta mordiendo el cigarrillo que lleva en la boca:

Lo que menos entiendo es por que los novios pasan de mesa en mesa preguntando:

- ¿Que tal? ¿Comieron bien?
A ti te dan ganas de decirles:
- Pues no, la comida era una mierda, y no he dejado de tragar entre el vals, la víbora de la mar, la marcha fúnebre, la liga, el brindis y el baile… ¡Y además de eso me has acomodado justo aquí al lado de esta pinche bocinota!

Pero no, les dices que todo ha estado perfecto. Y así, con una mentira, los novios comienzan su vida de casados.

Claro que no será la única…

En fin, ¡que vivan los novios, pero a mi que no me inviten a más bodas!.